Get a Life

Author
Anna Quindlen
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Image of the WeekMÓNTATE UNA VIDA QUE MEREZCA LA PENA


Ahí fuera hay miles de personas con la misma carrera que tú; y cuando consigas trabajo habrá miles de personas que se estén ganando la vida de la misma manera que tú quieres ganártela. Pero tú eres la única persona en el mundo que tiene custodia exclusiva sobre tu vida. La tuya en concreto y en su totalidad; no solo la que pasas en el despacho, o en el autobús, o en el coche, o frente a tu ordenador; no solo la que transcurre por tu cabeza, sino también la que experimenta tu corazón; no solo la vinculada a tu economía, sino también la que acontece a tu alma.


La gente ya no habla mucho acerca del alma. Resulta mucho más sencillo redactar un currículo que dar forma a una vida. Pero un currículo no te va a reconfortar en las noches de invierno, ni cuando estés triste o hecho polvo, ni cuando te sientas solo, o sola; tampoco si el resultado de tu radiografía de tórax resulta que no tiene buena pinta, o en el caso de que el médico emita un diagnóstico “poco favorable”.


No podrás brillar verdaderamente en tu faceta profesional si eso es lo único con lo que te identificas.


Me parece entonces que el mejor consejo que puedo ofreceros es muy simple: vive una vida que merezca la pena. Me refiero a una vida auténtica; no hagas que se convierta en una carrera frenética para conseguir el próximo ascenso laboral, una nómina más abultada o una casa más grande. ¿Te parece que esas cosas serán tan importantes si una tarde sufres un aneurisma, o si en la ducha te detectas un bulto en un pecho?



Lleva una vida en la que puedas percibir el olor a agua salada que la brisa descarga sobre las dunas; una vida donde te puedas parar a contemplar cómo un halcón de cola roja sobrevuela en círculo la laguna y el pinar. Móntate una vida en la que aprecies cómo un bebé frunce el ceño mientras se concentra en agarrar un ganchito con sus dedos índice y pulgar.


Apaga tu móvil. Y por qué no, también el fijo. Ten momentos de quietud y mantente presente.


Que la vida que te construyas no haga que te sientas solo, o sola. Encuentra personas a las que amar y que te amen. Y recuerda que amar no es pasar el rato, sino que implica compromiso.


Móntate una vida que te invite a actuar con generosidad. Cuando llegue la primavera, contempla la estrellada explosión fucsia de las azaleas; observa el brillo plateado de la luna llena sobre el cielo oscuro de una noche fría. Y date cuenta de lo magnífica que es la vida y que no es para que la des por sentado. Aprecia sus bondades de manera tan profunda que desees contagiar ese sentir a todo el mundo. Reserva el dinero que hubieras gastado en cervezas en el bar y dónalo a la caridad. Haz voluntariado en un comedor social. Sé tutor/a de un/a estudiante de instituto.


Todos queremos que nos vaya bien en la vida, pero si nosotros por nuestra parte no hacemos el bien, tener éxito nunca valdrá lo suficiente.


(Fragmento extraído del discurso inaugural del curso académico que la premio Pulitzer Anna Quindlen ofreció el viernes 23 de junio de 2000 en Villanova University)
 

Excerpted from Pulitzer Prize winning author Anna Quindlen's commencement address to Villanova University, Friday 23 June 2000.


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