Living from the Heart

Author
Rick Jarow
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Image of the WeekVIVIR DESDE EL CORAZÓN


Cuando sentimos envidia hacia alguien, es porque nos está mostrando un lugar en nuestro interior donde sentimos que no somos suficiente. Después de todo, cuando te sientes rebosante y pleno, el síntoma de esa plenitud es que el éxito de cualquiera te aporta alegría. Cuando el éxito de alguien no te aporta alegría, eso es un síntoma de que percibes una carencia. Así que si podemos controlar nuestra ira, evitar enfocarnos en el aspecto externo y dirigir la mirada de verdad a nuestro interior, podremos obtener una información muy valiosa sobre aquello que necesitamos hacer para sentirnos mejor con nosotros mismos.


Quiero hacerme entender en este punto. La energía del corazón tiene que ver con el dar y el recibir. Esto es, con apoyar, y también con recibir apoyo de otras personas. Apoyar a otra persona no implica tener que aguantar su estupidez, ni siquiera su comportamiento. Si tu retoño se te acerca y te pide dinero para comprar droga, no lo vas a apoyar, pero es absolutamente esencial que cuando lo confrontes no le retires tu amor. El corazón une, la mente separa. Puede que no te guste lo que hace otra persona. Puede que hasta te veas obligado a reprender, castigar o condenar a alguien por su comportamiento. Pero eso es algo bien diferente a retirarles tu energía de amor, tu compasión.


Hace tiempo escuché una historia que verdaderamente me llegó. Estaba el Dalai Lama en Dharamsala, India, llevando a cabo la iniciación Kalachakra, una importante ceremonia de empoderamiento de la tradición budista. En medio de ese ritual, tremendamente formal, algunos monjes tibetanos irrumpieron corriendo en la sala, gritando y vociferando que los chinos acababan de asesinar a cientos de monjes tibetanos. La ceremonia se desestabilizó completamente y todos dirigieron su mirada al Dalai Lama. El Dalai Lama hizo detener el acto y le habló a la gente: “Ahora, recemos por los chinos.”


Puede que esta actitud te suene utópica, puede que te resulte imposible de llevar a la práctica, pero te invito a que pienses en ello desde la perspectiva filosófica de la interdependencia; que pienses desde la perspectiva filosófica del karma, que dice que si infringes dolor sobre otra persona, tú lo recibirás, y entonces necesitarás que recen por ti. Si una criatura de tres o cuatro años se te acerca y te pega, tú no te enfadas, porque tu nivel de conciencia es más elevado. Esto es lo que queremos lograr desde el centro del corazón: queremos albergar compasión, tomar aliento y no reaccionar sino responder desde otro lugar. Y tu prosperidad en este mundo dependerá de ello.


-- por Rick Jarow, en su libro “La Guía Anti-Profesional Definitiva”


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