Living With a Rebel Within

Author
Dzogchen Ponlop
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Image of the WeekNOS HABITA UN REBELDE


El estado natural de tu mente es el gozo, no el sufrimiento. Tú en verdad eres eso. Esa es la naturaleza de tu mente y de la de todo el mundo. Pero ella no se mantiene ahí, perfecta, sin hacer nada, sino que está actuando todo el tiempo, manifestando tu mundo.


Si esto es así, entonces ¿por qué ni tu vida ni el mundo son perfectos? ¿Por qué no eres feliz todo el tiempo? ¿Cómo puede ser que te estés riendo, y al minuto siguiente te sientas derrotado? Y por qué las personas supuestamente “despiertas” discuten, se pelean, mienten, engañan, roban y van a la guerra? Pues porque a pesar de que la mente en su estado natural está despierta, la mayoría de nosotros no alcanzamos a verlo. ¿La razón? Algo lo está impidiendo. Algo se interpone a nuestra visión. Vale que en momentos puntuales nos llega algún que otro flash de ese estado, pero en cuanto lo vemos, en nuestra mente brota cualquier otro tema, por ejemplo – “¿Qué hora es? ¿Es hora de comer? ¡Anda, mira, una mariposa!” – y entonces ese flash de consciencia se desvanece [...]


Tú te crees que eres esa mente ocupada. Es más fácil de ver, como la cara de una persona que tienes enfrente. Por ejemplo, lo que estás pensando en este momento es más evidente que tu consciencia de que estás pensando. Cuando te enfadas, te fijas más en aquello que te está alterando que de dónde sale esa emoción. En otras palabras, percibes lo que tu mente está haciendo, pero no la mente misma. Te identificas con los contenidos de esa mente ocupada – con pensamientos, emociones, ideas – y entonces asumes que todo eso que me pasa soy “yo” y que así es “como soy”.


Cuando haces eso, es como estar dormido, soñando y creyendo que las imágenes que aparecen en tu sueño son reales. [...]


Por un lado, estamos bastante acostumbrados a ese estado de sueño, y no nos sorprende lo que soñamos; por otro lado, la parte de nuestro ser que está despierta no deja de zarandearnos y encendernos las luces, como si dijéramos. La parte de la mente que es más auténtica, la que está despierta, quiere que salgamos del confinamiento del sueño, de esa realidad que no es real. Mientras que estamos encerrados en nuestro sueño, ella ve nuestro potencial para alcanzar la libertad, de modo que nos provoca, nos incita, nos empuja y nos induce hasta que decidimos actuar. Podríamos decir que tenemos a un rebelde viviendo dentro de nosotros.


--Dzogchen Ponlop, fragmento de "El Buddha Rebelde"


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