The Poisoned Tree


Image of the WeekEl arbol envenenado
--por Jack Kornfield
La madurez que podemos desarrollar al abordar nuestras dificultades se ilustra en la historia tradicional de un árbol envenenado. Al descubrir por primera vez un árbol envenenado, algunas personas solo ven su peligro. Su reacción inmediata es: "Vamos a cortar esto antes de que nos haga daño. Vamos a cortarlo antes de que alguien más coma la fruta envenenada". Esto se asemeja a nuestra respuesta inicial a las dificultades que surgen en nuestras vidas, cuando nos encontramos con agresión, depresión o tristeza en nosotros mismos y en los demás. Nuestra respuesta inicial es evitarlos diciendo: "Estos venenos nos afligen. Vamos a desarraigarlos; deshagámonos de ellos. Vamos a cortarlos".

Otras personas, que han viajado más lejos por el camino espiritual, descubren este árbol envenenado y no sienten aversión. Se han dado cuenta de que abrirse a la vida requiere una compasión profunda y sincera por todo lo que nos rodea. Sabiendo que el árbol envenenado es de alguna manera parte de nosotros, dicen: "No lo cortemos. En vez de eso, tengamos compasión por el árbol, también". Así que por bondad construyen una cerca alrededor del árbol para que otros no se envenenen y el árbol también tenga su vida. Este segundo enfoque muestra un cambio profundo de la relación, pasando del juicio y el miedo a la compasión.

Un tercer tipo de persona, que ha viajado aún más profundamente en la vida espiritual, ve este mismo árbol. Esta persona, que ha ganado mucha visión, mira y dice: "Oh, un árbol envenenado. ¡Perfecto! Justo lo que estaba buscando". Este individuo recoge la fruta envenenada, investiga sus propiedades, la mezcla con otros ingredientes y utiliza el veneno como una gran medicina para curar a los enfermos y transformar los males del mundo. A través del respeto y la comprensión, esta persona ve de manera opuesta a la mayoría de las personas y encuentra valor en las circunstancias más difíciles.

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En todos y cada uno de los aspectos de la vida, la oportunidad de convertir la paja que encontramos en oro está ahí en nuestros corazones. Todo lo que se pide es nuestra atención respetuosa, nuestra disposición a aprender de la dificultad. En lugar de luchar, cuando vemos con ojos de sabiduría, las dificultades pueden convertirse en nuestra buena fortuna.

Cuando nuestro cuerpo está enfermo, en lugar de combatir la enfermedad, podemos escuchar la información que tiene que decirnos y usarla para curarnos. Cuando nuestros hijos lloriquean o se quejan, en lugar de no hacerles caso, podemos escuchar cuáles son sus necesidades más profundas. Cuando tenemos dificultades con algún aspecto de nuestro amante o pareja, podemos preguntarnos cómo tratamos esa parte en nosotros mismos. Las dificultades o debilidades a menudo nos llevan a lo que necesitamos aprender.

Preguntas semilla para la reflexión: ¿Cómo te relacionas con encontrar valor en las circunstancias más difíciles a través del respeto y la comprensión? ¿Puedes compartir una historia personal de una ocasión en la que pudiste convertir la paja que encontraste en oro? ¿Qué te ayuda a aprender de las dificultades?

Extraído de Un camino con corazón de Jack Kornfield.
 

Excerpted from A Path with Heart by Jack Kornfield.


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