Don't Side With Yourself


Image of the WeekNo te pongas de tu lado
--por Joseph Goldstein

A través de la atención plena, nuestros corazones se vuelven lo suficientemente amplios como para contener las emociones dolorosas, sentir el sufrimiento de que producen y dejarlas ir. Pero se necesita práctica -y quizás varias prácticas diferentes- para abrirnos a las emociones difíciles de las que somos conscientes y para iluminar aquellas que están ocultas.

Hay algunas dificultades y desafíos particulares en el hecho de estar con emociones difíciles. A menudo vivimos en negación. No siempre es fácil abrirse a nuestro lado oscuro. E incluso cuando nos damos cuenta, podemos quedar atrapad@s justificando estos sentimientos ante nosotr@s mism@s: "Debería odiar a estas personas, mira lo que hicieron". Al justificar estos sentimientos de odio y enemistad (que es bastante diferente de ser conscientes de ellos), puede surgir un fuerte sentimiento de arrogancia. Olvidamos que los sentimientos y emociones que tenemos son todas respuestas condicionadas, que surgen de las condiciones particulares de nuestras vidas. Otras personas en la misma situación pueden sentir cosas muy diferentes. Aunque a veces puede ser difícil de creer, nuestros sentimientos no son necesariamente el reflejo de alguna verdad última. Como Bankei, el gran maestro Zen del siglo XVII nos recordó: "No te pongas de tu lado".

La autosuficiencia sobre nuestros sentimientos y nuestra visión es el lado oscuro del compromiso. A veces confundimos esta autojustificación con el sentimiento de apasionada dedicación. Pero grandes ejemplos de compasión y justicia social iluminan la diferencia.
No se trata de si surgen estados mentales moralmente malsanos en nosotros, o en el mundo que nos rodea. Los sentimientos de odio, enemistad, miedo, arrogancia, avaricia, envidia y celos surgen en diferentes momentos. Nuestro desafío es verlos a todos con atención plena, entendiendo que estos mismos estados son la causa del sufrimiento y que ninguna acción que realicemos en base a ellos nos conducirá a nuestro resultado deseado: la paz en nosotr@s mism@s y la paz en el mundo.

El método es la atención plena, la expresión es compasión y la esencia es sabiduría. La sabiduría ve la naturaleza temporal y efímera de la experiencia y la falta de fiabilidad básica de estos fenómenos cambiantes. La sabiduría abre nuestras mentes a la experiencia del altruismo, la gran joya liberadora de la iluminación del Buda. Esta comprensión, a su vez, engendra un compromiso compasivo con el mundo. Dilgo Khyentse Rinpoche, un gran maestro tibetano, enseñó: "Cuando reconoces la naturaleza vacía, la energía para producir el bien ajeno amanece de forma espontánea y sin esfuerzo". Y la sabiduría revela que no apegarse es la experiencia unificadora esencial de la libertad. Vemos que no apegarse es a la vez una práctica para cultivar y la naturaleza de la mente despierta en sí misma.

T.S. Eliot expresó esto bien en algunas líneas de "Los cuatro cuartos".
Un estado de completa simplicidad
(costando menos que todo)
Y todo estará bien y
Toda forma delas cosas estará bien.
Joseph Goldstein, extracto de Tres medios para la paz.

Preguntas semilla para la reflexión: ¿Cómo te relacionas con la exhortación del Zen a no ponerte de tu lado? ¿Puedes compartir una experiencia personal de alguna vez en la que fuiste capaz de ver a través de tus propios condicionamientos y trascender tus sentimientos de arrogancia? ¿Qué te ayuda a ver todos tus sentimientos con consciencia plena?
 

Joseph Goldstein, excerpted from Three Means to Peace.


Add Your Reflection

11 Past Reflections